El proceso de independizarse de la casa de los papás puede ser emocionante y liberador, pero también puede venir con una carga emocional de culpa. Por eso, hoy hablemos de la culpa por dejar la casa de tus papás.
¿Sientes culpa por dejar la casa de tus papás?
Primero, recuerda que es muy normal y más común de lo que crees. Los papás han sido parte fundamental de nuestra vida y crecimiento durante muchos años, separarnos de ellos y dejarlos puede causar sentimiento de culpa, mismo que puede surgir por varias razones; por ejemplo:
- Los papás ya son mayores
- Tienes que dejar a tu mascota
- Estarás lejos de tus hermanos
- Sentir que les harás falta
- Pensar que el dinero que gastarás podrías usarlo para tus papás
Como estas situaciones hay muchas otras, no sientas vergüenza por siquiera pensarlas, nos ha pasado a muchas.
Pero viene el momento valioso: recordar que la independencia es un paso importante y determinante en la vida. No debes sentirte mal por continuar con tu crecimiento al haber tomado esta decisión.
Claro, es posible que tus papás y/o hermanos también estén viviendo una carga emocional con tu partida, por eso, es importante que te comuniques con ellos y les ayudes a entender las razones para independizarte pero, sobre todo, que sepan que siempre vas a estar para ayudarlos, así como ellos seguramente lo estarán para ti. Por eso, para hacer este proceso más fácil:
1. Comunica tus sentimientos: habla de tus preocupaciones y emociones. Comunicar lo que sientes puede ayudarte a aliviar la carga y a entender mejor la situación.
2. Cuéntales tu plan: una manera de darles calma antes esta decisión, es compartiendo tu plan con ellos para que puedan estar tranquilos y confíen en lo que estás haciendo.
3. Comparte el proceso: si es posible que ellos vivan contigo la búsqueda del nuevo depa, la elección de tus muebles y la mudanza, hazlo. No sólo les dará tranquilidad, también estarán compartiendo uno de los mejores momentos de tu vida.
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La culpa es una emoción común en este proceso, sin embargo, no permitas que sea un obstáculo para cumplir tus metas hacia la independencia. Créeme, este sentimiento se te va a pasar cuando te des cuenta de que no tenías por qué preocuparte y que todo fue parte de una gran decisión.
Y si todo de trata de chantaje emocional…
Ok, hay que ser honestas y esto también pasa (y más de lo que quisiéramos).
Ante esta situación es posible que enfrentemos el chantaje emocional por parte de nuestra familia. Pueden darse comentarios como «¿cómo puedes dejarnos solos?», «no podré vivir sin ti», o «no sabes lo mucho que te necesito aquí».
Y, por muy difícil que sea escucharlo e ignorarlos, procura no cambiar de decisión. Si no sabes cómo manejar esto, checa estas recomendaciones.
Sé empática
Es probable que se trate de una mala manera de expresar su preocupación por tu seguridad, bienestar y felicidad. Trata de entender sus puntos de vista y comunica tus propias preocupaciones y planes.
Adiós culpa, hola responsabilidad
La decisión de independizarte es tuya y eres responsable de eso, pero no es tu culpa por como tome las cosas un tercero.
Establece límites
Hazle saber a familia que respetas y valoras sus preocupaciones, pero que necesitas tomar tus propias decisiones. Establece límites claros y comunica tus planes de manera firme y respetuosa.
Busca apoyo externo
Si te sientes abrumada por el chantaje emocional, busca el apoyo de amigos, otros familiares o un profesional. Pueden ayudarte a encontrar estrategias para manejar la situación.
Sé paciente
Puede llevar tiempo para que tu familia acepte tu decisión. Sé paciente y comprensiva, pero sigue adelante con tus planes de independencia.
Reconozco que no es fácil y que dar recomendaciones es más fácil que estar dentro de la situación; sin embargo, yo todo lo resumiría en una sola conclusión: la responsabilidad de tu independencia es tuya y no debes sentirte culpable por tomar decisiones que beneficien tu crecimiento personal.
Confía en ti misma y disfruta de esta nueva etapa de tu vida, olvídate de la culpa por dejar la casa de tus papás, ¡ánimo!
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Foto de Kinga Howard en Unsplash