«Lo importante es que tenemos salud»

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Y entonces, llega el Coronavirus y nos enseña que esa frase que tanto repetíamos para decir que tan jodidos no andábamos, resulta que sí, detrás del sarcasmo estaba la pura realidad.

Esta respuesta viene de cuando, en la vida, algo no nos tiene tan contentas y ante cualquier «queja» decimos que, de mínimo, tenemos salud. Y, quién iba a pensar que la vida, enojada de tanto escuchar nuestro conformismo nos viene a demostrar que, eso que creemos es nuestra mínima fortuna, es lo único que se necesita.

Me gustaría saber cómo es que ustedes están llevando esta etapa tan caótica en el mundo entero. Estoy segura que nadie nunca se imaginó vivir esto, este tipo de historias eran para leerse en libros, verse en películas y series de ciencia ficción ¡o documentales! pero no en nuestro día a día.

Hasta el día de hoy, después de un mes de aislamiento y varios meses más escuchando/leyendo sobre COVID-9, sigo sintiendo que es surreal, no termino de entender como el mundo entero puede estar pasando por tanto caos, por tanto miedo y tanta incertidumbre.

Hay días en que siento mucho miedo, pero MUCHO. Me asusta pensar que alguien cercano pueda enfermarse y no librarla, les juro que me aterra demasiado. Quisiera poder vigilar a cada uno para saber que están seguros, encerrarlos a todos y no dejarlos salir, estar segura de que se están lavando las manos y manteniéndose a salvo.

Sí, también mi pensamiento es muy surreal.

Trato todos los días de estar tranquila, de pensar positivo y decirles que se cuiden tanto como pueda, de recordarles que somos muy susceptibles en este momento, que no podemos descuidar lo más valioso que existe: la salud.

Y entonces, me doy cuenta que sí, que lo importante es que tenemos salud.

Porque hoy no importa si tienes un coche, no puedes manejarlo. No importa si tienes dinero para viajar, no puedes salir de casa. No importa si compraste zapatos nuevos, no te has quitado las chanclas. No importa si tienes a mil amigos o sólo a uno, no puedes ver a ninguno.

Porque todas soñamos con regresar a nuestra vida habitual. Hoy el decir «Cuando todo vuelva a la normalidad» es una frase de fe, una línea llena de esperanza.

Y no, no todo será como antes, ni nosotras. Hoy sabemos que, algo tan básico como lavarse las manos es de vida o muerte, ya nos dimos cuenta que posponer no nos asegura cumplirlo, que dar por hecho es lo peor que podemos hacer. Que de nada sirven las cosas materiales si no podemos compartirlas, si no podemos siquiera usarlas.

Lo importante es que tenemos salud, recordemos esto de ahora en adelante. Todos los días.

No me queda más que decirles una vez más, que se cuiden, que cuiden a los otros. Eviten salir de su casa tanto como les sea posible, ayudemos a los negocios pequeños y personas emprendedoras, si algo nos está enseñando -entre muchas cosas más- esta emergencia sanitaria, es a ser empáticos y recordar como todos dependemos del otro. Ojalá eso permanezca para siempre.

Image by Jill Wellington from Pixabay