No hay plazo que no se cumpla.
Estoy justo en el momento de comenzar una nueva etapa en la vida; no sé si sea la más importante, pero si es una determinante.
Desde hace años, ¡AÑOS!, tenía la idea en mente de mudarme y salirme al fin de casa de mis papás, así que de vez en cuando buscaba algo en renta, luego se me olvidaba y cuando me daba cuenta habían pasado meses y yo seguía en el mismo lugar.
Por una o muchas razones no veía la luz al final del túnel, yo, en mi imaginación, juraba estar viviendo sola a los 25… cumplí 26… y ahora tengo 27.
Así fue, el tiempo pasaba pero las cosas nomás no se daban. Hasta que un buen día, platicando con mi novio le dije “¡Ya, tengo que rentar un depa!”. Al día siguiente estaba visitando tres departamentos.
Por primera vez estaba siendo real, no sólo estaba el plan en mi imaginación, estaba haciendo algo para tenerlo. Eso me faltaba.
Al principio mi plan era compartir, ya saben, para dividir gastos y que todo fuera fácil, le comenté a una amiga y me dijo que sí, por ooootras razones, ya no pudo. Así que volví a comenzar la búsqueda, necesitaba un depa para vivir sola, de manera que pudiera pagarlo sin tener comer sopas Maruchan.
No fue fácil, uno se topa con miles de “peros”, me queda lejos, tiene alfombra, no está bonito, no tiene jardines, el closet es muy chiquito, esta feo, bla bla bla…
Y no es que yo sea muy exigente, simplemente creo que debes vivir y pagar por un lugar que te guste, que llegues y te sientas bien, mas no que al cruzar la puerta te de el bajón de lo feo que está.
En fin… escribo esto el día en que mandé la solicitud para ofertar en uno, me parece que es PER-FEC-TO para mí, mi perro y mis necesidades.
Si todo sale bien cerraré el mes de noviembre (que tan pésimo inició) de la mejor manera, durmiendo en mi depa de soltera.