Es mejor un árbol de Navidad natural, artificial o en maceta

árbol natural, artificial o en maceta

Cada año nos enfrentamos al mismo dilema: ¿es mejor un árbol de Navidad natural, artificial o en maceta? La realidad es que ninguna de las tres opciones están mal si conoces sus pros y la manera en que puedes hacer que tu decisión sea la más responsable posible, ¿cómo es eso? Sigue leyendo y te cuento.

¿En maceta, natural o artificial?

Natural: Ya sea que acudas a algunos de los bosques de pinos que existen y adquieras uno, puedes elegirlo, cortarlo tu misma y llevarlo a casa.

Maceta: Puedes solicitar que lo lleven a tu casa y lo recojan una vez que decidas para ser replantado o compostado.

Artificial: Es el que puedes comprar en muchísimas tiendas, hay de muchos tamaños, materiales, colores y algunos con luces integradas.

Ok, estamos de acuerdo que así, a simple vista, la mejor idea pareciera ser la del árbol en maceta, pero lamento decirte que no necesariamente.

Tratemos de desglosar el ciclo de vida de cada uno, así como su impacto:

Árbol de Navidad natural

Los bosques o granjas de pinos son muy populares y no solo por la experiencia de ir, elegirlo y llevarlo a casa.

Aunque a muchos les cueste creerlo, de acuerdo con el Gobierno de México, adquirir uno directamente de las plantaciones forestales mexicanas certificadas y reguladas, trae consigo muchos beneficios ambientales, económicos y sociales. Por ejemplo:

  • Son de producción local en terrenos que fueron degradados por actividades agropecuarias o bien, en donde es muy complicado sembrar.
  • Durante el tiempo que están en la plantación ­- entre 5 y 10 años – sirven de refugio para algunos animales, recuperación del suelo y, sobre todo, capturan el dióxido de carbono y liberan oxígeno.
  • Una vez que los árboles cultivados alcanzan su tamaño para ser comercializados, y se cosechan, se planta otro.
  • Estos árboles fueron plantados, cultivados y cosechados con ese fin (para asegurarte de ellos revisa el directorio de la CONAFOR)

Es muy importante que si eliges esta opción, consideres comprar aquellos que han sido cultivados y cosechados en tu país, no solo por un tema de apoyo a la localidad, también para disminuir la huella de carbono que generarán aquellos que, aunque sean naturales, han llegado de otros países tras horas de vuelo y gasto de combustible.

Claro, todo esto no tendrá un fin ecológico, sino lo deshechas correctamente, cada enero hay centros de acopio a donde podrás llevarlo para poder ser utilizado como composta. Finalmente, es un desecho orgánico.

Desde hace 50 años, en México se hacen plantaciones de árboles de Navidad certificados, lo cual significa que su cultivo se realiza de una manera sustentable.

Árbol de Navidad artificial

Ahora, se súper vale querer uno artificial, pero debes considerar que para poder ser lo más considerada con el medio ambiente y que su producción y deshecho no tenga un impacto mayor, deberás conservarlo al menos por 15 años.

Un árbol artificial tiene 3 veces un mayor impacto sobre el cambio climático y el agotamiento de recursos que uno natural. Recuerda que estos se fabrican a partir de un tipo de plástico denominado policloruro de vinilo (PVC), un derivado del petróleo que puede contener plomo y otras no reciclables.

Y, de acuerdo a los expertos, tardará entre 200 y 300 años, en promedio, en degradarse.

Si prefieres esta opción, procura mantener los cuidados necesarios y guardarlo correctamente para que dure en buen estado durante todos los años que vayas a conservalo.

Árbol de Navidad en maceta

Esta opción se ha vuelto muy popular por la idea ecológica que simula. La idea principal es no cortar el árbol y tener la opción de regresarlo a su terreno para que siga con su crecimiento, pero (sí, dije pero) es muy poco probable que esto pueda suceder.

Cuidar un pino en maceta significará que debes mantenerlo hidratado y en un ambiente que le acomode; además, recuerda que estos árboles no crecen en maceta, lo que significa que su raíz debiera ser más grande de lo que piensas (bien dice la frase: como es arriba es abajo), claro que esto implica que sea recortada para poder entrar en una maceta con tamaño ideal para estar dentro de tu casa y ser transportado.

Yo no digo que sea una mala idea, para nada; pero sí debes estar consciente de que no todos los árboles conservan un buen estado para ser plantados de nuevo, la probabilidad es muy baja (al menos que el productor y tú se comprometan a darle seguimiento al pino para asegurarse de que pase). Muy probablemente termine siendo compostado.

Si eliges esta opción, asegúrate de que cuenten con la certificación de la SEMARNAT y PROBOSQUE; de lo contrario, podrían pertenecer a bosques de tala irregular y contribuir, entonces sí, a la deforestación.

Independientemente de la opción que elijas, comprométete a tener una compra responsable y procura que tu acción tenga el menor impacto ecológico porque de nada servirá comprar uno natural si terminas dejándolo tirado en la banqueta.

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Foto de Ralph (Ravi) Kayden en Unsplash