¿“Volver a empezar o Volveraempezar”?

Es sábado, es de noche y suena “The end- de Hoppo!” mientras desmantelo mi recámara para “reconstruirla” cae un sobre. Se trata del sobre que guarda añoranzas, personas y quizás hasta tiempo.

Caen algunas fotografías y junto a ellas me tumbo en el suelo polvoso lleno de cosas que ni sabía que tenía, que en los años he acumulado, que además de ser objetos son o fueron emociones.

En la primera foto que veo estoy caminando en la calle, por la iluminación y la sombra infiero que era de tarde cuando la tomaron, tengo puesto un vestido rosa, llevo el cabello medio recogido y estoy sonriendo.

Tenía tal vez cuatro años.

De la nada las lágrimas caen y mojan la esquina de la foto, ni siquiera las vi venir, entonces el llanto inconsolable se apodera de mi y me siento profundamente triste, sola, decepcionada. Una foto me lleva a otra y esa otra me lleva a otra realidad que ahora noto tan lejana, cada una me causa una emoción más intensa que la anterior, y es que me siento completamente ajena a esos momentos que no puedo recordar, a los que no les puedo revivir el sentimiento, me quedo con las ganas de saber que tan feliz era entonces.

Hoy tengo treinta, estoy en casa sentada con el cuarto y la vida revuelta, no me siento ni cerca de alguna de esas fotos.

Hace un par de años dejé mi trabajo para ir detrás de mis sueños y mi verdadera vocación. No puedo no sentirme agradecida con la vida porque muchas cosas maravillosas han pasado en estos años y he sido afortunada en algunos aspectos, pero tampoco puedo negar que una lápida de frustración me acecha a menudo en el espejo.

Al contemplar las fotos me siento un tanto quejumbrosa pensando que cualquier ayer fue mejor que el presente, me siento culpable por haber cerrado un par de mis tiendas y también por no abrir una nueva, por creer que no tengo el éxito que “debería”, por haber cambiado tanto en el camino, por no frecuentar a los mismos amigos, hasta por no haber ido a mi clase del viernes.

Y mientras eso pasa me hago consciente de que todas fueron decisiones que me trajeron hasta aquí, que me reiniciaron y me dieron una nueva oportunidad.

Hace unos días leí un texto de una de mis autoras favoritas, Alma Delia Murillo. Ella pone en la mesa una frase convertida en verbo, que para mi gusto es algo que podríamos usar siempre, todos, en donde sea, las veces que sea necesario: “Volver a empezar o Volveraempezar”.

Esta mágica y poderosa frase tiene la fuerza de toneladas de voluntades juntas, de las ganas de seguir sin mirar mucho atrás, tenerla en el corazón te permite cambiar el discurso y la actitud, te da permiso para equivocarte, pasar página y volver a rayar, te la da la ocasión de vivir sin tantos remordimientos ni culpas, de vivir en perdón contigo misma, así como lo dice Alma Delia, de volver a empezar.

Tal vez ver las fotos me causó nostalgia por las personas y los momentos, pero también me hizo sentir extraña porque, efectivamente, no soy la misma de hace 26 años, hoy soy alguien que probablemente ni siquiera era ayer, alguien que no soy ahora y eso no está ni bien ni mal, solo es una señal de que he aplicado el #Volveraempezar en tres décadas un montón de veces, justo como ahora que me reconstruyo.

Con depa o sin él, soltera o no, date permiso, tú también puedes volver a empezar cada que quieras…

FOTO PIRNCIPAL


dav

Mi nombre es Carola, tengo treinta y soy Licenciada en Administración de Empresas. Tengo un negocio de cosmética natural, soy una lectora voraz y una de mis pasiones más grandes es escribir. Amo compartir lo que pienso y siento a través de las letras. ¡Obvio amo Depa de Soltera!


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