No es para nada un secreto, todas saben sobre el amor inmenso que les tengo a mis perros y a todos los del mundo.
Pero tengo que confesar que no fui así siempre, sino, hasta que Tokes llegó a mi vida, hace cinco años. Es es una bola negra de pelos pequeñita, pesa 4 kilos, pero tiene el coraje de un perro de 40, nada ni nadie le da miedo; tiene un carácter determinante, hace lo que se le viene en gana y no precisamente porque esté consentido (porque lo está, lo acepto), él es así, si quiere correr, corre; si quiere quedarse a admirar el paisaje en lugar de ir y socializar con otros, se sienta a hacerlo. Si quiere levantarse de la cama, lo hace, sino, se queda a dormir por 12 horas..
No había conocido un amor tan incondicional como el suyo. Tampoco había conocido mi intensidad amorosa e instinto de protección hacia un animal, hasta que lo tuve a él. Ha cambiado mi vida en todos los sentidos. Y es por él que me comprometí a ayudar a los suyos, a darles hogar a cuántos pueda, a ayudarles a encontrar uno si en el mío ya no es posible, a cuidarlos y respetarlos.
Porque una de las maneras que tengo de agradecerle a Tokes lo que ha hecho por mí, es hacer todo lo que en mis manos esté por él y los demás perros.
Y es por todo esto que terminé con su pequeño cuerpo tatuado 🙂
Ahí no para la cosa, hace un año, mi novio y yo adoptamos a dos hermanitas; pertenecen a una camada de 4, Rita es negrita y Chelsea la güera de la familia, son muy parecidas y al mismo tiempo totalmente diferentes. La primera es muy cariñosa y MUY hiperactiva, puedes jugar horas y horas, pero nunca se cansa. Eso sí, una vez que se duerme ronca como si no hubiera mañana, además, no cierra por completo los ojos, así que puede meterte uno que otro susto. Ella me hizo sufrir hasta llorar (literal) cuando comencé a educarla, no había poder humano que la hiciera ir al baño donde debía, eso sí, una vez que lo logró, lo hizo perfecto. Sólo espera su salida al parque para dar hasta 15 vueltas sobre su eje para hacer popó. ¡Se los juro!
La güera es una rebelde, corre dando saltos como cabra, brinca altísimo. Desde que era bebé, tenía la maña de subirse sobre su hermana, sentarse en ella y hacer de cuenta que ahí no había un cuerpo. Creo que nadie ha hecho enojar a la negrita como ella. Chelsea es floja como yo, en ocasiones no hay poder humano que la haga levantarse de su cama, podría estar así por días, es muy envidiosa con sus juguetes, cree enterrarlos bien, pero más tarda en hacerlo que en lo que sus hermanos los encuentran. Quiere mucho a su papá, creo que más que yo 😛
Todo esto se los cuento, porque hace unos días conocí a Animalvitae, la primer plataforma digital de identidad para perros, está diseñada para llevar un control de mascotas, algo así como su Currículum; esta idea nació después de que los creadores de la plataforma se dieran cuenta de la enorme cantidad de perfiles de perros y gatos que había en Facebook (Tokes tuvo uno, tengo que aceptarlo); pero esta tiene una gran importancia y función, una vez que ingresas todos los datos y das de alta el perfil de tu mascota recibirás todos los cuidados que tienes que proveerle, como nutrición, higiene, belleza, comportamiento, etc.
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Aprovecho para compartirles este #ManifiestoPetLover, ¡yo lo amo! No se pierdan mis redes sociales, les estaré regalando unos por ahí 🙂
Aprovecho esta entrada para contarles de Trufa, es una perrita de aproximadamente tres años, hace ya casi medio año que vive en una pensión. mi novio, una amiga amante de los perros y yo, nos hacemos cargo de todos sus gastos; claro, morimos porque encuentre un hogar. Es muy linda, le encanta jugar y le urge encontrar dueño responsable. Esta esterilizada y vacunada, si te gustaría adoptarla, por favor, no dudes en escribirme y si no te es posible, ayúdame compartiendo esta entrada, ¡te lo agradeceremos infinitamente! <3
