¿Qué hacía mi mamá a sus 30 años?

Hace unos días recordé que llevo varias semanas pensando en escribir sobre este tema, no sabía bien cómo titularlo, ni por dónde empezar, ni si tendría sentido o no… hasta que vi la ilustración de aquí arriba, esa misma me hizo llegar al título de esta entrada: «¿Qué hacía mi mamá a sus 30 años?»

 

 

No vengo a hablarles de su vida; más bien, quiero platicar sobre el contraste que existe actualmente en la vida independiente de las mujeres, en nuestras vidas como «amas de casa».

 

Fue precisamente el término «ama de casa» lo que me hizo pensar en lo que es mi vida actual (y en la de muchas otras mujeres que conozco), en cómo las cosas han cambiado año tras año y por qué lo que hacemos para algunos puede sonar fuera de lo normal. Por ejemplo, irte a vivir sola, salirte de casa de tus papás sin casarte o decidir no tener hijos. Pero, al mismo tiempo, trabajar y mantener un depa, económica y «hogareñamente».

 

Hace 30 años nací, mi mamá fue madre muy, muy joven, tenía 20 años cuando me tuvo. Cabe mencionar que para esa edad, ya era madre de dos. Yo fui la segunda.

 

Yo a mis 20 años estaba teniendo mi primer trabajo, ya saben, ganando dinero por primera vez, saliendo de antro cada ocho días y viviendo una relación «estable». Fue justamente en ese entonces que yo dije que iba a tener 5 hijos, sí, ¡5 hijos! ¿Por qué? La neta es que no sé. Supongo que porque estaba acostumbrada a ver casas llenas. Una de mis abuelas tuvo 6 hijos, otra 4 y mi mamá 5. Claro, era «obvio» que eso seguía.

 

En algún momento dije «Pues sí, ya llevo varios años con mi novio, yo creo que lo más lógico es que vivamos juntos, nos casemos y tengamos hijos».

 

¡Gracias al cielo que tronamos! Porque si no, seguro habría estado casada a los 21 y qué gran error.

 

Decidí salirme de casa de mis papás e irme vivir sola a los 27, bueno, lo decidí a los 25, pero no se pudo hasta 2 años después. Sí, sin casarme. Quise mantenerme sola, pagar mi comida, mi ropa y la escuela. Decidí ser «ama a de casa» y «padre de familia» a la vez. Sé que le chingué mucho, pero miles de veces me pregunté cómo carajos lo logré.

 

Mi mamá a sus 30 años ya tenía 3 hijos. Yo, a mis 30 tengo 3 «hijos» también. Rita, Chelsea y Tokes, ellas son tipo maltés y él poodle.

 

Comencé a trabajar hace muchos años, me compré mi coche, me pago mis viajes y vacaciones. También pago renta, gastos del depa, voy al super, cocino, cuido a mis perros, me pago el doctor y la medicina.

 

Así es mi vida actual, exactamente como siempre la quise. Me gusta trabajar duro para obtener lo que quiero, aunque alguna vez pensé en que debía casarme y tener hijos, afortunadamente me di cuenta que no era el camino. Que el deber ser, nos hace dudar o perder de vista lo que realmente queremos.

 

Seguir conductas o dejarnos llevar por la supuesta lógica, nos puede hacer terminar en el arrepentimiento o conformismo.

 

La vida de mi mamá a sus 30 no fue para nada parecida a la mía. Ella era ama de casa, se dedicaba a cuidar a sus hijos, cocinar, lavar la ropa, limpiar la casa, etc. Yo hoy hago lo mismo, sólo que también debo ganar dinero. Claro, no soy la primera, ni la última que lo hace. Sé que en la generación de mi mamá había mujeres que vivían como yo.

 

Y es a esas mujeres que les debemos quizá mucho de lo que vivimos hoy, porque esa «una en un millón» nos mostró una opción más para dejar de seguir haciendo lo que las abuelas esperaban. Nos ayudaron a «romper las reglas», a «salirnos del guacal».

 

Claro, a mi mamá también le aprendí mucho. Supe cómo cuidar una casa y cómo trabajar al mismo tiempo. Cuando yo tenía 15 años (creo) ella comenzó a trabajar, para ese entonces ya tenía 5 hijos. Sé que le chingó mucho y muchas veces mientras yo trato de lograr terminan mis tareas y deberes, me pregunto cómo es que ha podido con tanto.

 

Ahora que lo pienso, ella y yo tenemos, actualmente, mucho en común.

 

Para nada quiero que piensen que estoy juzgando a quienes decidieron casarse y tener hijos, tampoco a las que tuvieron hijos y no se casaron o a las que se casaron y no quieren hijos. Más bien, intento reflexionar y agradecer las consecuencias buena sy malas que mis decisiones han traído a mi vida.

 

Hacer una comparativa con la vida de mi mamá me funciona por varias razones:

1. Me doy cuenta que un buen ejemplo no siempre es el que se copia al 100%. Simplemente se toma la parte que te funciona.

2. Hacer evidente el contraste y la evolución que hemos logrado.

3. Que para ser feliz debes hacer lo que quieres, no lo que debes. No importa cuándo.

 

En fin, otro día hablaremos de mi negativa al matrimonio y a la maternidad… tema más complicado aún.

 

 

 

 

 

 

(8) Comentarios

  1. Mi Mamá ya iba por su segundo embarazo… Me encanta seguirte 😀

  2. Yo me visualice desde mis 9 años, como psicologa, casada a mis 30 y con bebes a los 35. Y todo eso a ocurrido y más. Me visualice en todos los sentidos y para alla voy. Cada vez me convenzo mas que no hay que seguir estereotipos pero si los valores, ellos nunca pasaran de moda. Y romper constumbres familiares, sin duda cada dia es una oportunidad. En la vida tendremos grandes aciertos y grandes errores. Siempre habra un equilibrio natural. De todo se aprende y hay que vivir agradecidos y con muchas ganas de poner todo nuestro esfuerzo en lo que queremos aun que parezca loco para los demas, El dia de mañana veremos que si habrá valido la pena. Todo se puede en esta vida.

  3. Estoy a punto de cumplir los 30 y vivo «sola» y lo digo entre comillas ya que comparto casa con algunos amigos (pero como todos trabajamos hay semanas que ni nos vemos), salí de casa de mis padres a los 17 cuando entré a la universidad, me vine a otro estado, desde entonces me he mudado y he cambiado de roommates varias veces en 12 años, cuando terminé la universidad tuve la opción de regresar a la comodidad de casa de mis papás, pero decidí seguir «sola», cuando te ha costado lograr lo que tienes es cuando más lo valoras, mi próxima meta es tener mi propia casa.

  4. […] una semana escribí esta entrada, al final les dije que en otro momento hablaría de mi negativa al matrimonio y a la maternidad. […]

  5. yo nunca quise casarme ni tener hijos , cuando tenia como 12 o 13 quiza 1 me visualice viviendo sola con un perro y trabajando , y pasaron muchos años para creermelo y hacerlo, hoy estoy justamente, en ese estatus, y … quiero al menos un hijo , mi novio es varios años menor que yo y eso me da mucho miedo ya que a veces pienso que esta en su noviazgo de juventud y yo en el de la etapa adulta, pero no fue hasta esta edad 33 que quise y quiero la vida da muchas muchas vueltas

  6. Dany Balderrama dice:

    Mi mamá hizo algunas cosas distintas a su generación, se casó hasta los 29, tuvo a su primera hija a los 31, y para su época ya estaba «grande». Siempre trabajó desde chavita y ahora veo que hacía un esfuerzo bárbaro para atender casa, familia y trabajo.
    Además de que siempre ha sido mi alcahuete en mis locuras, cuando me salí de casa a los 25 me dijo que admiraba mi valor, por que ella hubiera querido hacerlo de chica, pero estaba mal visto. Besos!!!

  7. Yo también pase por querer casarme y tener hijos a mis 20s, porque es lo que socialmente se ve bien, lo que te hace sentir que vas para el lado correcto, porque mi madre lo hizo… Por suerte también nos separamos y después de muchos años no deseo casarme ni tener hijos. Vivo sola hace 3 años, tengo una pareja y trabajo estables, 27 años y muchas ganas de viajar y hacer cosas con libertad… Soy docente de niños y me llevo demasiado bien con ellos, a todos les extraña que no tenga hijos, jajaja!
    Gracias por compartirnos tu experiencia, reflexionar ayuda mucho 😀

  8. Manuel Díaz dice:

    Me gustaría saber esa negativa al matrimonio y a la maternidad, yo me encuentro en una disyuntiva, mi novia es una mujer independiente-dependiente, es hija única y aún vive con sus papás, ella quiere casarse y tener hijos, apenas tiene 30 años, y como dices a veces las presiones sociales es lo que hace que se cometan errores o no sé.

    Yo tengo 34 y por razones de la vida empece a vivir solo desde los 16, por eso entiendo lo que es estar soltero y saber hacer las cosas, desde lavar, planchar, cosas que mi abuela decía que eran de mujeres, hasta poner un boiler.

    Me gusta tu blog, me gustan tus historias. soy amigo del cacho, un fuerte abrazo!

Deja una respuesta