A finales del mes pasado se cumplieron 5 años de haber dejado la casa de mis papás. Y, como siempre en mi vida, no puedo dejar de hacer retrospectiva del tema.
Honestamente, desde el día uno la pasé my bien. De alguna manera, desde como los 22 años yo sabía que quería independizarme y pronto, Mi «pronto» era a los 25 años, según yo ya tendría un chorro de cosas resueltas y con la mano en la cintura iba a poder salirme.
Pues no, a los 25 años tuve una de esas crisis existenciales en las que no sabes pa’ dónde va tu vida, a algunos les pasa antes a otros después, a mí me tocó a los 25.
Llegué a los 25 y justo a esa edad renuncié al trabajo «estable» que tenía, pero cero prometedor, de alguna manera sentí que había perdido un par de años ahí y que al voltear atrás no había logrado nada (un poco de exageración). Total que el haber renunciado y el tema de mi papá me hicieron esperarme para esto.
Pasaron dos años para que pudiera hacerlo, por supuesto sentí frustración, me sentía ya muy grande (exagerada, I know) para seguir viviendo ahí y, como hacía home office, me urgía tener mi espacio para trabajar tranquilamente.
Y así fue, a un mes de haber cumplido los 27 encontré depa, arme mis dos cajas de cartón, agarré a mi perro y me fui.
¡Be-lle-za!
No les miento, ha tenido sus momentos bien complicados, hay cosas que aún no domino del todo, mismas que extraño de vivir con mis papás -básicamente, es tener comida preparada 24/7-, pero el resto creo que lo he hecho tan bien cómo he podido.
Durante estos 5 años he estado sin trabajo dos veces, he vivido en 4 departamentos diferentes, adopté a dos perras más, he aprendido un poco sobre administrar mi dinero -aunque a veces lo hago un poco mal-, a cuidar mis cosas y mantener una casa como un hogar. Me junté, me separé.
Y aquí estoy otra vez, en el depa de soltera como la primera vez. Yo sola, tratando de encontrarle pies y cabeza a este departamento, aún no logro sentirme 100% instalada, pero seguimos caminando qué es lo importante.
A pesar de muchas cosas complicadas que he tenido que atravesar sola o acompañada, no cambiaría por nada aquella decisión, estoy mega convencida de que ha sido lo mejor que pude hacer en la vida.
Crecí mucho como persona, aprendí a valorar el esfuerzo de mis papás por mantener una casa, aprendí a vivir en soledad, a disfrutarla y a compartir mi espacio con las personas qué más quiero.
Porque al final, tener tu depa es como ser la reina del lugar, tus reglas, tu espacio, tu felicidad, tus miedos; todos conviven ahí.
Si aún no te independizas y es una de tus metas, sé paciente, planea, visualízate y trabaja constantemente por ello. Es una etapa súper importante, no la tomes a la ligera, no te apresures. Si lo tienes en mente y te enfocas en ello, naturalmente llegará. Nunca te presiones por la edad, eso es sólo un número…
Nota: La foto principal de esta entrada es, efectivamente, mía. Ahí estaba yo hace 5 años, sentada en el piso, viendo America’s Next top Model y utilizando una caja de microondas como mesa de TV. Estos contrastes valen la pena, porque te das cuenta que si lo hiciste una vez, lo harás las veces que sean necesarias.
Me independice hace 1 año y 2 meses, fue, es y será la mejor decisión que pude haber tomado. Hoy que visito casa de mis papás, es super ver mi habitación convertida en «bodega», jaja
*es super raro ver mi habitación convertida en “bodega”, jaja
Me independicé a los 18…. tengo 9 años viviendo fuera de casa de mis papas!! En una casa para mi sola y la verdad soy FELIZ!! Disfruto mucho el estar sola