Cuando comencé a planear mi nueva etapa, o sea, salirme de casa de mis papás, me di cuenta que muchas de mis amigas ya lo habían hecho y no la pasaban nada mal (la mayoría de las veces), por eso, decidí pedirles que compartieran sus experiencias conmigo y claro, así yo compartirlas con ustedes…
“Llevo viviendo sola desde los 21 años, puedo compartir parte de mi sabiduría. Lo primero: Roomates, kinda basic. Por lo menos al principio cuando crees que en algún punto podrías morir y nadie encontraría tu cadaver hasta que apeste. Hay reglas básicas de convivencia que pueden prevenir muchos problemas como cada quien su despensa, cada quien sus productos de baño, (ES HORRIBLE la gente que roba jabón, champú, etc.), respeta lo que no es tuyo, sé amable si quieres que sean amables contigo y aunque no estés de buenitas saluda. Intenta tener buena comunicación si algo no te parece, dilo. Paga tus gastos a tiempo y evita discusiones.”
Elvira Villanueva.
“Hace tres años que estaba con la inquietud de vivir sola, pues veía que varias amigas ya lo hacían, pero me vinieron muchas dudas como si debía vivir sola o acompañada, si me alcanzaría el dinero, qué pasará si me quedo sin chamba, etc. Según las personas a las que les pregunté, el 70% de las veces que vives con roomie terminas peleada, así que terminé por buscar e irme sola. Después de ver 20 departamentos encontré uno en la colonia que quería, así que hice cita y lo visité, lo primero que pensé cuando lo vi fue ‘¿neta, es esto?’ ¡era un huevito! En fin, lo renté. Creo que ha sido de la mejores experiencias en la vida, los mejores amigos llegan a echarte la mano, a pintar, regalarte cosas o a componerte algo. Dejé pasar dos meses antes de irme y durante este tiempo me dedique a decorarlo y dejarlo lindo para mi, la primera noche es extraña, los ruidos asustan, pero nada que no puedas superar. Esa libertad no se compara con nada.”
Diana Ramírez
“Descubrí mi independencia a los 22 años, gracias a que mis padres se mudaron a otro Estado y yo decidí quedarme en el D.F. Mi primer reto fue encontrar donde vivir ¡en tres días! pues la venta de la casa ya se había hecho. Encontré un cuarto en Santa Fe, caro pero bonito y perfecto para salir del apuro, pero a los cuatro meses me di cuenta que no era el ideal, pues en ese tiempo no ganaba mucho, no sabía administrar mi dinero y nunca me sobraba nada. Los primeros meses fueron difíciles, llegar a tu depa y no tener a quien contarle tus problemas, es justo en ese momento cuando entiendes que tienes que solucionar tus problemas por tu cuenta. Tengo 8 años de vivir sola y a lo largo de este tiempo me he tenido que enfrentar a un montón de cosas entre ellas vivir con una enfermedad que en ocasiones no me permite realizar mis actividades normalmente y el desempleo, sentí que el mundo se terminaba, fue ahí que entendí que debía ahorrar siempre. Vivir sola no es fácil, pero es muy gratificante, hasta hoy es la mejor experiencia de mi vida, todos los días se aprende algo nuevo, te das cuenta de lo que eres capaz y lo fuerte que puedes ser.”
Rocío Moreno
“No cambiaría por nada el tener mi propio depa y no escuchar a mi mamá atrás de mí diciéndome que recoja mi desastre. Sin olvidar claro, que ahora la intensa con la limpieza soy yo. Al vivir sola te das cuenta de que todo lo que tu madre te decía sobre ahorrar agua, la luz y hasta el papel de baño es cierto, tus responsabilidades aumentan porque a veces debes decidir entre el vestido y zapatos geniales o pagar la renta; sin embargo, te hace crecer y sobre todo madurar ya que nadie hará las cosas por ti si se quedan a medias. Vivir con roomie también es divertido, pero no deja de ser complicado, adaptarte a otra persona y compartir la casa con ella puede llegar a ser no tan divertido como imaginabas, pero se trata de hacerlo lo más fácil posible y sin olvidar la responsabilidad de ambas.”
Nivia Toledo