Soy de la idea de que todos deberíamos experimentar vivir solos al menos una vez en la vida, ya después pues pueden compartir con un roomie, un bff o su pareja; pero la verdad es que enfrentarte a tu depa tu sola, es una experiencia necesaria para la vida adulta. Te dejo aquí algunas razones para vivir sola.
Por eso, quiero compartirte estas razones para vivir sola… díganme al final si están de acuerdo, si agregarían algo más o cualquier otro comentario al respecto, ya saben que me encanta leerlas.
No las voy a poner necesariamente en orden de importancia, peeeeero, sí voy a comenzar con la que creo que es la mejor de todas:
Aprendes a estar sola y feliz
Sí, todos conocemos a esa persona que dice «a mí me encanta estar solo», pero ahí hay dos cosas; para empezar, realmente nadie quiere estar solo, nadie quiere saber que no hay nadie al otro lado del teléfono o nadie que te acompañe por un café; pero, aquí está lo segundo, si se puede disfrutar de estar solo por momentos, cuando se necesite, no de manera permanente. Seamos realistas.
Entonces, enfrentarte a desayunar, comer, cenar, ver pelis, dormir, cocinar y todo lo que tengas qué hacer estando sola puede ser un poco complicado al principio, sobre todo cuando estabas acostumbrada a estar siempre con tus papás, tus hermanos, sobrinos, etc.
Pero, esto es de lo mejor que te puede dejar tu experiencia viviendo sola, se puede estar en silencio, viendo una peli, riendo, bailando o cantando sin necesidad de tener compañía y, contrario a lo que podrías pensar, no tiene nada de triste.
No me gusta Pokémon, pero sé que evolucionan y por alguna razón cada que hablo de esto digo «es como los pokemones, tienen que evolucionar», lo mismo contigo en esta etapa, llegar al punto de estar sola y sentirte feliz es parte de un crecimiento que, definitivamente, te va a llevar a entender el siguiente punto.
Comienzas a entender el significado de la soledad
Este punto suele ser complicado pero es más sencillo de lo que crees. Retomando lo anterior, a nadie le gusta estar solo o al menos no por mucho tiempo; sin embargo, la vida independiente te hace enfrentar el hecho de llegar a tu depa y que nadie te esté esperando -al menos que tengas una mascota, pero pues esta no te hará la cena de vez en cuando ni te va a preguntar cómo estuvo tu día-, así que, ahí estás tu, preparándote tus quesadillas, con muchas cosas que te gustaría platicar pero ya es tarde para marcarle a tu mamá… por muy desolador que eso suene, la verdad es que no lo es.
Poco a poco entenderás que tu ritmo de vida es diferente y, por lo mismo, las cosas van a cambiar, pero que para nada estas sola, pensar así es como hacerles el feo a todas esas personas que te quieren y que felices de la vida te responderían el celular si las necesitaras o irían a visitarte a tu depa si se los pidieras.
Aprender a estar sola, feliz, tranquila y entretenida por tu cuenta es un placer que se encuentra con el paso del tiempo, no te desesperes, nadie lo logra al primer día, nadie lo vive igual. Haz todo eso que te gusta y disfrutas para, poco a poco, descubrir eso a lo que «me gusta estar solo» se refiere.
Comienzas a ser tu prioridad
Vivir sola te da la oportunidad de hacer lo que quieras con el espacio, desde la decoración hasta cómo utilizarlo, ¿quieres que la sala sea un gimnasio?, ¡se puede!; ¿te gusta cocinar a la media noche?, ¡hazlo!, ¿fiestas cada fin de semana?, ¡por supuesto!
Todo este tipo de decisiones que y muchísimas más tienen algo en común, todas te complacen a ti, tener el depa para ti solita te hace administrar tu tiempo a tu manera, decidir qué hacer con el espacio 24/7 y, por supuesto, también significa asumir la responsabilidad al 100%. Ambas cosas están bien, porque decidir para ti es responder por las consecuencias buenas o malas tú sola. Lo que nos lleva al siguiente punto…
Eres responsable de tus decisiones
Pues sí, nadie más que tú es responsable de lo que pase dentro del depa, por lo tanto, eres la única encargada de solucionar cualquier situación. Si los trastes están sucios, ya no tienes ropa limpia, es día de pagar la renta o los gastos, pues tú eres quién debe hacerlo. Esto la verdad es que está padre, te haces súper consciente de todo aquello que debes tener en orden para vivir bien, eventualmente, te acostumbras a vivir con fechas en la cabeza, pagos y hasta tienes una lista mental de lo que falta por comprar para la despensa.
Claro, también es aquí cuando entiendes a tus papás y comienzas a valorar cañón todo lo que ellos te daban porque, seamos honestas, aunque digas «yo siempre lo valoré», es hasta que llega el momento de independizarte en el que realmente lo haces.
Aprendes a convivir con el dinero
Pues sí, el tema de las finanzas nunca falta y, aunque cuesta trabajo al principio, poco a poco vas agarrándole la onda a eso de administrarte, te enamoras de lo padre que es ahorrar, comienzas a comparar precios en el super y a recortar gastos que finalmente son mega innecesarios para entonces, mejor guardar ese dinero e irte de viaje.
Vivir sola te hace priorizar, por lo tanto, vas poniendo en orden tus necesidades y te das cuenta que todo se puede hacer si te administrar correctamente.
Si te la perdiste, te dejo aquí un Presupuesto básico para mujeres independientes, te va a ayudar muchísimo.
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